Es un hecho que la sociedad actual se encuentra en constante cambio, y si hablamos de lo medioambiental, las medidas y recursos que plantea el ser humano para cubrir su huella en el planeta cada vez son más variadas y eficaces.
Seguro que alguna vez has oído hablar de la regla de las tres “R”, pero ¿en qué consiste exactamente? Reciclar, reducir y reutilizar. Son las palabras clave que fundamentan la esta propuesta que lanzó Greenpeace, y que cada vez cuentan con mayor presencia en nuestro día a día. Además de tener un objetivo principal; el cuidado del medioambiente, en segundo plano se busca concienciar a la población a partir del desarrollo de hábitos como el de un consumo más eficiente, pudiéndolo conseguir con estas tres acciones. De esta forma se logra llegar a ese meta final: Salvar el planeta.
Reciclaje, una de las palabras que más hemos podido llegar a escuchar durante la última década. En una sociedad consumista y definida por el capitalismo, el lema de “cuanto más, mejor” esta al orden del día. Esto deriva en sobreproducción y en consecuencia, la sobreexplotación de los recursos. De ahí la importancia de reciclar y dar una segunda vida a los productos. Desde envases, botellas y bolsas, hasta neumáticos o prendas textiles. Está en tu mano colaborar en que esto sea posible y ayudar al planeta.
Esta acción se puede llevar a cabo en cualquier actividad que pueda tener repercusión sobre el planeta. En primer lugar, la reducción de nuestros consumos la podemos realizar tanto como en el ámbito energético cuanto como en el de bienes de consumo. De realizar lo mencionado, consecuentemente, ahorraremos dinero y generaremos menos residuos. Consume únicamente lo que vayas a necesitar, y, sobre todo, consume con cabeza. Trucos como el de comprar menos ropa pero de mejor calidad, o llevar tu propia bolsa de tela cuando vayas a hacer la compra. A simple vista pueden ser pequeños gestos pero, al largo plazo pueden propiciar un gran impacto sobre nuestras vidas.
Cualquier bien o material es capaz de tener muchas vidas y usos, y tener la voluntad de que esto sea posible está en nuestras manos. Objetos tan básicos como cajas de fruta pueden convertirse en cajas para el almacenamiento en casa. Utilizar ropa que ya no usen otros familiares o amigos ayudaría mucho a reducir los residuos. Estos son pequeños gestos con un potencial impacto positivo. Desde nuestra App, te ayudamos a formar un #EcoHabit, te damos herramientas para que seas más consciente y puedas ayudar a que tu entorno mejore y así, tal vez, tu descendencia viva en un lugar más agradable.
