En 2014 se puso en marcha en España el Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE), creando el Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE), que desde entonces obliga a determinadas empresas del sector energético a realizar aportaciones económicas anuales específicas. Estas empresas se conocen como "sujetos obligados" e incluyen:
Cada año, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) les asigna una obligación de ahorro energético en kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep) y el importe correspondiente en euros (€), que deben pagar en cuatro plazos a lo largo del año.
Estas cantidades no se determinan de entrada, ya que se derivan de los objetivos de ahorro acumulados fijados por la Unión Europea a todos los Estados miembros a través de la Directiva (UE) 2023/1791 del Parlamento Europeo y del Consejo. Luego, este importe se reparte entre las distintas entidades obligadas en función de su volumen de ventas anual.
En total, España debe lograr un ahorro energético de 53.593 ktep para el periodo 2021-2030. Este objetivo se revisó al alza el pasado mes de septiembre con la refundición de la Directiva (UE) 2023/1791.
Para 2024, la obligación nacional de ahorro energético asciende a 375 ktep, o algo más de 4.361 GWh. Esto representa alrededor del 1,3% de la demanda anual de energía final.
El equivalente financiero total de esta obligación nacional es de unos 795 millones de euros o, dicho de otra manera, a 2,121M€/ktep ahorrado.
Sin embargo, un nuevo sistema introducido en el país el año pasado ayudará a reducir esta suma al dar la posibilidad a los sujetos obligados de sustituir parte de su contribución financiera al FNEE por una determinada cantidad de Certificados de Ahorro de Energía (CAE).
Como hemos mencionado y detallado en varios de nuestros artículos, así como en nuestro primer ebook sobre los CAE, los sujetos obligados tienen ahora la opción de canjear voluntariamente parte de la contribución económica al FNEE que se les asigna por Certificados de Ahorro de Energía.
Sin embargo, la parte correspondiente a los CAE no puede sustituir a más del 65% de la contribución financiera obligatoria. En otras palabras, si tomamos las cifras a escala nacional, las empresas energéticas afectadas tendrán que alcanzar un mínimo de 274 millones de euros ingresados en el Fondo Nacional de Eficiencia Energética. A la inversa, podrán liquidar una cantidad máxima de CAE equivalente a 510 millones de euros.
Las siete mayores comercializadoras del país representan por sí solas el 71% del objetivo nacional de ahorro energético. Averigüe a continuación quiénes son y cuánto tienen que aportar.
Por detrás de Repsol, con una aportación inferior a la mitad de la suya (a excepción de Endesa), se sitúan las siguientes empresas:
El listado de todas las empresas afectadas por las obligaciones de ahorro energético así como la aportación que se les asigne figuran en el Anexo II de la Orden TED/268/2024, de 20 de marzo, por la que se establecen las obligaciones de ahorro energético, el cumplimiento mediante Certificados de Ahorro Energético y la aportación mínima al Fondo Nacional de Eficiencia Energética para el año 2024.
Para los sujetos obligados, es obvio que los CAE representan una ventaja económica considerable y una gran oportunidad de negocio y de diversificación de sus actividades ya que les permite proponer nuevos servicios a sus clientes y ser retribuidos por ello.
A nivel nacional, el sistema de Certificados de Ahorro Energético u otros modelos similares a escala europea, contribuyen a una mayor eficiencia energética de las actividades y de los bienes. Al sumar estás mejoras, el ahorro energético se dispara, de la misma manera que aumentan los beneficios ambientales, económicos y sociales.
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